EL AMANECER
Descubrí que madrugar no me afectaba tan mal como pudiera esperar. Descubrir que si vas a navegar es mejor ir más o menos con ropa adecuada y que si por lo menos llevas un bañador...
Descubrí los ojos del cordero de Dios a un lado de la carretera. Descubrí cómo nos miraba de madrugada, en silencio, bajo la tormenta.
Descubí el pánico que le tengo a las holandesas desnudas. Descubrí que cuando se acercan a tu cama es mejor decir que no con acento de la noche.
Descubrí que mi estómago tien un límite y que donde no cabe más, es que no cabe.
Y descubrí que cuando me río... siempre lo paso genial.
También descubrí que uno se pierde si nomira un mapa.
1 comentario:
Muchas veces más!!!
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